Caso de éxito

Una casa con ingenio

Proyecto de decoración
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Reportaje publicado en la revista El Mueble.
ESTILISMO: Eva Baena · FOTOS: F. Bedón · TEXTO: À. Clos

Una cocina más grande, más armarios,
dormitorios con color… La propietaria de este
piso en Madrid tenía muy clara su lista
de deseos. ¡Y los cumplió!

Este piso madrileño fue un talismán para Teresa y su familia: a los pocos meses de instalarse nació uno de sus hijos y Teresa se animó a lanzar Wonton Home, una nueva línea de su negocio de diseño, Wonton Design. “Todo vino rodado. Siempre
me ha apasionado la decoración, y con esta casa pude llevar a cabo muchas de mis ideas. Así que ¡me lancé!”. De hecho, uno de sus grandes aciertos son los armarios acristalados del recibidor: “Ya he hecho varios en la comunidad de vecinos –se sincera entre risas–. Antes había unas correderas, pero eran incómodas.

Ahora, batientes y acristaladas, dan muchísimo juego”. Pero si hay una estancia que puso a prueba el ingenio de Teresa fue la cocina: “Tomé prestados 2 m2 a la terraza y así pudimos ganar una zona para comer. ¡Son los dos metros más caros de la historia!, pero valió la pena. La cocina es ahora el corazón de la casa”, bromea.

El siguiente reto fue el suelo: “Queríamos que fuera especial, tipo mosaico, y que combinara con los colores de los muebles”. Este suelo, hexagonal, blanco y gris  antracita, parecía a medida para esta cocina, que combina un verde grisáceo en los armarios inferiores y blanco en los superiores, para aligerar. Y es que Teresa es una apasionada del color: “Necesito esa energía que me da. Soy de crear ambientes muy neutros, pero con un toque de color”. Prueba de ello es la librería del salón, con la trasera y los laterales pintados también de un verde grisáceo.

El color también está presente en los dormitorios. En el cuarto de los niños, lo vemos en el original escritorio con cajones asimétricos, y en las paredes: “Todo el mundo me pregunta por el papel. ¿Qué papel? ¡Es pintura! Los círculos los hice con el dedo y los cuadrados con una goma de borrar, que después corté por la mitad para hacer los triángulos”. ¡Qué divertido! El color también se cuela en el dormitorio principal, con un original cabecero de terciopelo rosa: “Lo escogió mi marido. Se arriesgó, porque es difícil de combinar, pero a la vez es la clave de la personalidad del dormitorio”. Y es que a esta casa los riesgos le sientan muy bien.